Desde que los soldados americanos llegaron a la provincia de Helmand, han acorralado una zona y la han llamado "segura" y la han protegido de los talibanes, para que los ciudadanos puedan retornar a su vida normal cuánto antes. Claro, Roma no se construyó en un día, y esta no es la excepción. Ha sido una tarea muy difícil y se han perdido muchísimas vidas en el camino.
Los ciudadanos afganos le han reprochado al gobierno estadounidense que muchos familiares suyos han sido aniquilados o heridos en este arduo proceso, y que antes de que los soldados americanos llegaran estaban bastante bien, no sufrían tantas pérdidas y su trabajo no se había visto tan frenado; pero los soldados han estado liberándolos de un régimen que los ha hecho sufrir muchísimo y por muchos años...
Después de acordonar y aislar la zona de esta provincia, los soldados se han dedicado de mantener esta zona protegida y de restablecer y reabrir escuelas, mercados, entre otras cosas, para que los ciudadanos afganos vuelvan a su vida normal. Mientras los soldados americanos creen que son las nuevas madres Teresas, los pobres afganos sufren las consecuencias de los actos "desinteresados" de estos soldados.
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