Como Aguja en un Pajar

Imagínense que un día, algún profesor o jefe les cometa una injusticia. ¿A quién recurrirían? A sus amigos o familiares, para que los ayudaran, pero ahora... Imagínense que la persona que comete las injusticias es su amigo, su vecino, su hermano... Incluso su esposo. ¿A quién recurrir? Estás sola o solo contra el mundo.

Esta es la realidad de las mujeres que viven en Afganistán, no hay nadie que las pueda defender, nadie que vele por sus derechos; derechos que deberían de ser universales, que no deberían ser un premio, sino una obligación; sin ninguna excepción, sin importar la religión o la política. 


Pero existe una pequeña luz de esperanza...


Habiba Sarabi se ha convertido en la única mujer gobernadora en Afganistán, y esto resulta en beneficio de las mujeres afganas. ¡Al fin una buena noticia para ellas! Después de sufrir terribles injusticias, la primera y única gobernadora afgana ha incrementado hasta un 42% la cantidad de alumnas escolarizadas (una de las más elevadas desde la toma de Afganistán por los talibanes).

Su misión ha sido, y será, educar a las niñas de este país, aunque claro, no será tarea fácil; la defensora necesita ahora de quien la defienda, debido a que recibe constantes amenazas de muerte; pero eso no la ha detenido en absoluto. 

En una entrevista que dió Sarabi a euronews, dejó muy en claro que "todo estaba mejorando desde el año 2001 pero la violencia de género sigue siendo un problema. Y es debido a la falta de educación. La pobreza también está detrás de todo esto, además de la falta de concienciación por parte de las mujeres. Estos son los principales problemas de la violencia contra las mujeres".

Aunque la tarea que tiene Sarabi no es nada fácil, confiamos en que las mujeres afganas la apoyen y la situación que se vive actualmente en ese país mejore considerablemente, y que otros países también se interesen en ayudar; que Sarabi sea una fuente de inspiración para todas las mujeres, y que se unan a esta noble causa.